sábado, 28 de enero de 2012

Personas y gusanos

A veces una simple conversación sirve. Únicamente unas palabras, aunque no sean del todo acertadas, e incluso aunque no te las creas completamente porque eres un incrédulo de narices. Sólo es necesario charlar durante un rato con esas personas que tienes cerca, tan cerca que no ves, porque ocurre como con la pantalla del cine, que cuanto más pegado a ella estás, más te cuesta abarcar toda la escena. Y entonces reparas en la luz. Joder, si había luz fuera.


La situación me recuerda a los gusanos de seda, no por su inigualable don para la palabra que los hace tan buenas mascotas, sino por el hecho de que vivan en cajas de cartón (todo el mundo sabe que es el hábitat natural de estos bichos). Resulta que las personas también pueden vivir en cajas de cartón, en la penumbra, de manera que la claridad penetra sólo por esos agujerillos de tijera (o boli bic en su defecto). Así, el “individuo-gusano” sólo se centrará en sus quehaceres; ya se sabe, que si muerdo la hoja, que si camino hasta la siguiente, qué duro es el camino, cómo me canso, vaya mierda de caja… Mientras, fuera hay un universo desconocido para el señor insecto, que no ve más allá de su caja de cartón y oscuridad.

Ay, pero cuando alguien le muestra un poco de luz al animal la cosa cambia. El susodicho se levanta y menea su cuerpecillo como buscando una salida en las alturas. Claro, es que se da cuenta de que algo ocurre ahí fuera y, además, si mira a su alrededor, verá la cantidad de gusanos que le rodean entre esas paredes de cartón, todos inmersos en sus preocupaciones y tareas insectívoras.

Menos mal que los gusanos tienen lo de la seda, los capullos y la metamorfosis; aunque el resultado en su caso sea una mariposa gorda y fea, por lo menos cambian de formato y de manera de ver las cosas. Los humanos muchas veces siguen en su condición de lo que se puede llamar “estado-gusano” hasta el fin de los días, sin darse cuenta de que hay vida más allá de su hoja y de su caja.

Sólo una puntualización: no confundir “individuo-gusano” con “individuo-capullo”, que estos últimos ya pertenecen a otra especie.