domingo, 3 de junio de 2012

Remar

De nuevo el mar.
Quizá sea el mismo mar únicamente disfrazado con otro nombre, oculto en un lugar distinto.
Puede que este agua que veo ya la vieran antes mis ojos, aunque no la reconozcan.
Tal vez el puzle de espuma que surca la superficie no me resulte del todo ajeno, al fin y al cabo.




Las ondas que arduamente batallan,
Que empujan las piedras inertes,
Ya batieron otras rocas más al sur.
El agua silenciosa, 
pero al mismo tiempo bramante,
Ruge y muestra su cólera.
Y tras romperse en blancura,
Bandera de rendición,
El mar se retira abatido,
Apesadumbrado barre el fondo.
Arrastra arena, conchas y cristales,
Secuestra miedos, enjuaga mentiras,
En su oscura transparencia no hay secretos;
El mar sólo conserva verdades.


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